9 Su castigo será la ruina eterna, la separación definitiva del Señor y de su glorioso poder,
10 cuando venga en aquel día y se manifieste glorioso entre sus elegidos y admirable en medio de todos los que hayan creído; porque ustedes han acogido con fe nuestro testimonio.
11 Esta es la razón por la que rogamos sin cesar por ustedes, para que nuestro Dios los haga dignos de su llamamiento y lleve a término con eficacia y plenitud no sólo todo buen propósito, sino también la obra de la fe.
12 De este modo, nuestro Señor Jesucristo será glorificado en ustedes y ustedes en él, conforme a la gracia de nuestro Dios y Señor Jesucristo.