13 Toma como norma la auténtica enseñanza que me oíste acerca de la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.
14 Y, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros, guarda la hermosa enseñanza que te ha sido confiada.
15 Ya sabes que todos los de la provincia de Asia, incluidos Figelo y Hermógenes, me han abandonado.
16 ¡Ojalá el Señor tenga misericordia de Onesíforo y su familia, pues él fue muchas veces mi paño de lágrimas y no sintió vergüenza al verme encarcelado!
17 Es más, apenas llegó a Roma, me buscó con afán hasta encontrarme.
18 Y tú sabes mejor que nadie los buenos servicios que me prestó en Éfeso; que el Señor le conceda su misericordia el día del juicio.