14 Alejandro, el herrero, se ha portado muy mal conmigo. El Señor se lo pagará conforme a lo que ha hecho.
15 Ten cuidado con él también tú, pues se ha opuesto tenazmente a nuestro mensaje.
16 En la primera vista de mi causa ante el tribunal, ninguno me asistió; todos me desampararon. ¡Que Dios no se lo tenga en cuenta!
17 Pero el Señor estuvo conmigo y me dio fuerzas para llevar a buen término el anuncio del mensaje, de modo que todos los paganos pudieron escucharlo. El Señor, que me libró de la boca del león,
18 seguirá librándome de todo lo malo y me otorgará la salvación en su reino celestial. A él la gloria por siempre y para siempre. Amén.
19 Saluda a Prisca y a Áquila*; también a la familia de Onesíforo.
20 Erasto* se quedó en Corinto. Trófimo cayó enfermo y tuve que dejarlo en Mileto.