21 Porque Cristo es la razón de mi vida, y la muerte, por tanto, me resulta una ganancia.
22 Pero si vivir en este mundo me ofrece la ocasión de una tarea fructífera, no sabría qué elegir.
23 Ambas cosas me presionan: por un lado, quiero morir y estar con Cristo, que es, con mucho, lo mejor;
24 por otro lado, ustedes necesitan que siga en este mundo.
25 Convencido de esto último, presiento que seguiré viviendo con todos ustedes para provecho y alegría de la fe.
26 Así, cuando vuelva a verlos, tendrán nuevos motivos, gracias a mí, para estar orgullosos de ser cristianos.
27 Sólo les pido que su conducta sea digna del mensaje evangélico de Cristo para que, tanto si voy a visitarlos y yo mismo lo veo, como si estoy ausente y llega a mis oídos lo que se dice de ustedes, compruebe que permanecen unidos, luchando todos a una por mantenerse fieles al mensaje evangélico.