5 En efecto, jamás dijo Dios a ningún ángel: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy .Ni tampoco: Seré para él un padre, y él será un hijo para mí.
6 Asimismo, al introducir a su Hijo primogénito en el mundo dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios.
7 Y mientras que de los ángeles dice la Escritura: Dios hace espíritus a sus ángeles, y llamas ardientes a sus ministros ,
8 del Hijo, en cambio, dice: Tu trono, oh Dios, permanece para siempre y gobiernas tu reino con rectitud.
9 Amas la justicia y odias la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría haciéndote sobresalir más que tus compañeros.
10 Y dice también: Tú, Señor, pusiste al comienzo los cimientos de la tierra, y hechura de tus manos son los cielos.
11 Ellos perecerán; tú, en cambio, permaneces. Como traje que envejece serán todos;