14 Desde Perge continuaron su viaje hasta llegar a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.
15 Después de la lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga los invitaron a intervenir:— Hermanos —les dijeron—, si tienen algún mensaje que comunicar a los asistentes, pueden hablar ahora.
16 Pablo se levantó y, haciendo con la mano ademán de silencio, comenzó así:— Escúchenme, israelitas, y ustedes los que, sin serlo, rinden culto a Dios.
17 El Dios del pueblo de Israel escogió a nuestros antepasados, engrandeció a este pueblo durante su estancia en Egipto y lo sacó de allí con su gran poder.
18 Los soportó durante cerca de cuarenta años en el desierto,
19 y aniquiló siete naciones en el territorio de Canaán con el fin de entregárselo como herencia a los israelitas.
20 Todo esto duró unos cuatrocientos cincuenta años. Después los guió por medio de caudillos hasta la época del profeta Samuel.