48 Cuando los no judíos oyeron esto, se alegraron sobremanera y no cesaban de alabar el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna abrazaron la fe.
49 El mensaje del Señor se extendió por toda aquella región.
50 Pero los judíos excitaron los ánimos de las damas piadosas y distinguidas, así como de los altos personajes de la ciudad, y organizaron una persecución contra Pablo y Bernabé hasta conseguir arrojarlos de su territorio.
51 Estos, a su vez, sacudieron contra ellos el polvo de sus pies* en señal de protesta y emprendieron la marcha hacia Iconio,
52 en tanto que los discípulos quedaban muy gozosos y llenos del Espíritu Santo.