32 Al día siguiente, los demás soldados regresaron a la fortaleza, dejando que prosiguieran con Pablo los de caballería.
33 A su llegada a Cesarea, estos hicieron entrega de la carta al gobernador y dejaron a Pablo en sus manos.
34 Leído el mensaje, el gobernador preguntó a Pablo de qué provincia era; al saber que procedía de Cilicia, le dijo:
35 — Te interrogaré cuando lleguen tus acusadores.A continuación mandó custodiar a Pablo en el palacio de Herodes.