12 Jacob, nuestro antepasado, nos dejó este pozo, del que bebió él mismo, sus hijos y sus ganados. ¿Acaso te consideras de mayor categoría que él?
13 Jesús le contesta:— Todo el que bebe de esta agua volverá a tener sed;
14 en cambio, el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed sino que esa agua se convertirá en su interior en un manantial capaz de dar vida eterna.
15 Exclama entonces la mujer:— Señor, dame de esa agua; así ya no volveré a tener sed ni tendré que venir aquí a sacar agua.
16 Jesús le dice:— Vete a tu casa, llama a tu marido y vuelve acá.
17 Ella le contesta:— No tengo marido.— Es cierto —reconoce Jesús—; no tienes marido.
18 Has tenido cinco y ese con el que ahora vives no es tu marido. En esto has dicho la verdad.