1 Pasó algún tiempo, y Jesús seguía recorriendo Galilea. Evitaba andar por Judea, porque los judíos buscaban una ocasión para matarlo.
2 Cuando ya estaba cerca la fiesta judía de las Chozas,
3 sus hermanos le dijeron:— Deberías salir de aquí e ir a Judea, para que tus seguidores puedan ver también allí las obras que haces.
4 Nadie que pretenda darse a conocer actúa secretamente. Si en realidad haces cosas tan extraordinarias, date a conocer al mundo.
5 Y es que ni siquiera sus hermanos creían en él.
6 Jesús les dijo:— Todavía no ha llegado mi hora; para ustedes, en cambio, cualquier tiempo es apropiado.
7 El mundo no tiene motivos para odiarlos a ustedes; a mí, en cambio, me odia porque pongo de manifiesto la malicia de sus obras.