4 Perdónanos nuestros pecados,como también nosotros perdonamosa quienes nos hacen mal.Y no permitas que nos apartemos de ti.
5 Luego les dijo:— Supongan que uno de ustedes va a medianoche a casa de un amigo y le dice: “Amigo, préstame tres panes,
6 porque otro amigo mío que está de viaje acaba de llegar a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle”.
7 Supongan también que el otro, desde dentro, contesta: “Por favor, no me molestes ahora. Ya tengo la puerta cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. ¡Cómo me voy a levantar para dártelos!”.
8 Pues bien, les digo que, aunque no se levante a darle los panes por razón de su amistad, al menos para evitar que lo siga molestando, se levantará y le dará todo lo que necesite.
9 Por eso les digo: Pidan y Dios los atenderá, busquen y encontrarán; llamen y Dios les abrirá la puerta.
10 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abrirá la puerta.