14 Todas estas cosas las oían los fariseos, que eran amigos del dinero, y se burlaban de Jesús.
15 Él les dijo:— Ustedes pretenden pasar por gente de bien delante de los demás, pero Dios sabe lo que tienen en el corazón; y aquello que la gente juzga valioso, para Dios es sólo basura.
16 La ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas* tuvieron plena vigencia hasta que vino Juan el Bautista; desde entonces se anuncia el reino de Dios y todos se oponen con violencia a él.
17 Más fácil es que dejen de existir el cielo y la tierra que se pierda una sola coma de la ley.
18 El que se separe de su mujer para casarse con otra, comete adulterio. Y también comete adulterio el que se case con una mujer separada.
19 Jesús prosiguió:— Había una vez un hombre rico que vestía de púrpura y finísimo lino, y que todos los días celebraba grandes fiestas.
20 Y había también un pobre, llamado Lázaro que, cubierto de llagas, estaba tendido a la puerta del rico.