41 Cuando Jesús llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, lloró a causa de ella
42 y dijo:— ¡Si al menos en este día supieras cómo encontrar lo que conduce a la paz! Pero eso está ahora fuera de tu alcance.
43 Días vendrán en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te pondrán sitio, te atacarán por todas partes
44 y te destruirán junto con todos tus habitantes. No dejarán de ti piedra sobre piedra*, porque no supiste reconocer el momento en que Dios quiso salvarte.
45 Después de esto, Jesús entró en el Templo y se puso a expulsar a los que estaban vendiendo en él,
46 diciéndoles:— Esto dicen las Escrituras: Mi casa ha de ser casa de oración; pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones.
47 Y Jesús enseñaba en el Templo todos los días. Mientras tanto, los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los principales del pueblo andaban buscando cómo matarlo;