24 — Muéstrenme un denario. ¿De quién es esta efigie y esta inscripción?
25 Le contestaron:— Del emperador.Entonces Jesús dijo:— Pues den al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.
26 Y no consiguieron pillar a Jesús en palabra alguna inconveniente delante del pueblo. Al contrario, estupefactos ante la respuesta de Jesús, tuvieron que callarse.
27 Después de esto se acercaron a Jesús algunos saduceos que, como niegan que vaya a haber resurrección, le hicieron esta pregunta:
28 — Maestro, Moisés nos dejó escrito que si el hermano de uno muere teniendo esposa, pero no hijos, el siguiente hermano deberá casarse con la viuda para dar descendencia al hermano difunto.
29 Pues bien, hubo una vez siete hermanos; el primero de ellos se casó, pero murió sin haber tenido hijos.
30 El segundo