7 Decía, pues, Juan a la mucha gente que venía para que la bautizara:— ¡Hijos de víboras! ¿Quién les ha avisado para que huyan del inminente castigo?
8 Demuestren con hechos su conversión y no anden pensando que son descendientes de Abrahán. Porque les digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrahán.
9 Ya está el hacha preparada para cortar de raíz los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.
10 La gente preguntaba a Juan:— ¿Qué debemos hacer?
11 Y él les contestaba:— El que tenga dos túnicas, ceda una al que no tiene ninguna: el que tenga comida, compártala con el que no tiene.
12 Se acercaron también unos recaudadores de impuestos para que los bautizara y le preguntaron:— Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?
13 Juan les dijo:— No exijan más tributo del que está establecido.