35 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas judías. Anunciaba la buena noticia del Reino y curaba toda clase de enfermedades y dolencias.
36 Y al ver a toda aquella gente, se sentía conmovido porque estaban maltrechos y desalentados, como ovejas sin pastor.
37 Dijo entonces a sus discípulos:— La mies es mucha, pero son pocos los trabajadores.
38 Por eso, pídanle al dueño de la mies que mande trabajadores a su mies.