8 Al contrario, debe ser hospitalario, amante del bien, sensato, de vida recta, piadoso y dueño de sí.
9 Debe estar firmemente anclado en la verdadera doctrina, de modo que sea capaz tanto de aconsejar en lo que respecta a la autenticidad de la enseñanza como de rebatir a quienes la combaten.
10 Porque hay muchos rebeldes, charlatanes y embaucadores, sobre todo entre los judíos convertidos.
11 Y es preciso reducirlos al silencio porque no hacen más que ir de casa en casa causando estragos y enseñando lo que no deben en busca de una vil ganancia.
12 Ya dijo de ellos uno de sus propios poetas:“Los cretenses son siempre mentirosos,malas bestias, glotones y perezosos”.
13 Y dijo la verdad. Por eso, corrígelos con severidad a fin de que se mantengan fuertes en la fe.
14 Que no se ocupen de fábulas judías ni de preceptos humanos alejados de la verdad.