40 para que permanentemente ofrecieran al SEÑOR sacrificios que deben quemarse completamente en el altar. Lo hacían por la mañana y por la tarde, tal como está escrito en los mandamientos que el SEÑOR le dio a Israel.
41 También dejó con ello a Hemán, Jedutún y todos los demás elegidos y designados por nombre para dar gracias al SEÑOR cantando: «Porque su fiel amor es para siempre».
42 Hemán y Jedutún entregaban a los músicos las trompetas, los platillos y otros instrumentos musicales que acompañaban las canciones dirigidas a Dios. Los hijos de Jedutún estaban encargados de la entrada.
43 Después cada uno se fue para su casa, y David también se fue a bendecir a su familia.