8 Al enterarse, David envió a Joab con todos los soldados del ejército.
9 Los amonitas salieron y armaron las filas para la batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los reyes que también habían venido se colocaron aparte en campo abierto.
10 Al verse con enemigos por el frente y por la retaguardia, Joab eligió las mejores tropas israelitas y las formó para combatir a los sirios.
11 Luego encargó los demás hombres a su hermano Abisay para que enfrentaran a los amonitas.
12 Joab le dijo a Abisay: «Si los sirios son más fuertes que yo, ven en mi ayuda. Si son más fuertes que tú, yo iré en tu ayuda.
13 Seamos fuertes y luchemos con valentía por nuestro pueblo y las ciudades de nuestro Dios. Que el SEÑOR haga su voluntad».
14 Entonces Joab y sus hombres atacaron a los sirios, quienes huyeron de ellos.