27 Las últimas palabras de David fueron las de hacer el censo de los descendientes de la tribu de Leví de veinte años de edad en adelante,
28 cuyo trabajo consistía en ayudar a Aarón y a sus descendientes en el servicio del templo del SEÑOR. Eran responsables de los patios, de los cuartos, de la purificación de los objetos sagrados y de todo otro servicio en el templo de Dios.
29 Igualmente, los levitas eran los responsables del pan consagrado que se colocaba en hileras en la mesa del SEÑOR, de la harina para las ofrendas de cereal, de las hojuelas de pan sin levadura, de las ofrendas preparadas en sartén y de las cocidas, y de todos los pesos y medidas.
30 Los levitas tenían que cumplir con su obligación de alabar y dar gracias al SEÑOR cada mañana y cada tarde,
31 y ofrecer al SEÑOR todos los sacrificios que deben quemarse completamente los días de descanso, los días de Luna nueva y en las otras fiestas. Siempre alababan y daban gracias al SEÑOR según el número y rito que se les asignaba.
32 Tenían también bajo su responsabilidad el cuidado de la carpa de reunión y del santuario. Ellos desarrollaban sus labores en el templo del SEÑOR bajo las órdenes de sus parientes, los descendientes de Aarón.