8 Elías le contestó: Sí, soy yo. Ve y dile a tu señor que Elías está aquí.
9 Entonces Abdías le dijo: —Si yo le digo a Acab que sé dónde estás, ¡él me matará! No te hecho nunca nada malo, ¿por qué quieres que muera?
10 Tan seguro como que vive el SEÑOR tu Dios, que el rey te ha buscado por todas partes. Al buscarte en un país, si el gobernante del país decía que tú no estabas ahí; entonces Acab obligaba al gobernante a jurar que tú no estabas.
11 Y ahora tú me dices que vaya a decirle al rey que estás aquí.
12 Si le digo que tú estás aquí, entonces el Espíritu del SEÑOR te llevará a otro sitio, vendrá aquí el rey Acab, y al no encontrarte me matará. Yo he seguido al SEÑOR desde niño.
13 Tú te enteraste de lo que hice cuando Jezabel mataba a los profetas del SEÑOR y cómo yo escondí a cien profetas del SEÑOR en cuevas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra. Les llevaba comida y agua.
14 Ahora tú dices: «Ve y dile a tu señor que Elías está aquí». Él me va a matar.