18 Además, todavía me quedan siete mil en Israel que no doblaron la rodilla para adorar a Baal ni lo han besado. A ellos los dejaré con vida.
19 Así que Elías salió de ese lugar y fue a encontrar a Eliseo hijo de Safat. Eliseo estaba arando doce fanegadas de tierra y ya estaba por terminar cuando Elías se le acercó y le puso su manto.
20 De inmediato Eliseo dejó su arado y corrió para alcanzar a Elías y le dijo: —Déjame dar un beso de despedida a mi papá y a mi mamá, y luego te seguiré. Elías le contestó: —Claro, hazlo, no te lo impediré.
21 Eliseo fue y mató dos bueyes, y usando el yugo como leña cocinó la carne. Entonces se la dio a la gente y la comieron como una ofrenda para festejar. Entonces Eliseo comenzó a seguir a Elías y se convirtió en su ayudante.