39 Pero después de unos tres años, dos de sus esclavos se escaparon y se fueron con los de Aquis hijo de Macá, el rey de Gat. Simí escuchó que sus esclavos estaban en Gat.
40 Así que ensilló su asno y fue a Gat, a donde estaba el rey Aquis para recuperar sus esclavos. Los encontró y los hizo regresar de Gat.
41 Pero alguien le dijo a Salomón que Simí había viajado de ida y vuelta a Gat.
42 Así que Salomón lo mandó buscar y le dijo: —Te hice jurar por el SEÑOR que no saldrías de Jerusalén. Te advertí que si te ibas a cualquier parte morirías. Estuviste de acuerdo y me dijiste que me ibas a obedecer.
43 ¿Por qué entonces no cumpliste con el juramento que hiciste ante el SEÑOR y con la orden que te di?
44 Tú sabes todo el mal que le hiciste a David, mi papá. El SEÑOR te va a castigar por todo lo que hiciste.
45 Pero a mí, el rey Salomón, el SEÑOR me va a bendecir y hará que el reino de David se consolide.