1 Reyes 20:25-31 PDT

25 Tú junta un ejército como el que fue destruido antes, con la misma cantidad de caballos y carros de combate, y luchemos contra los israelitas en la llanura. Seguramente tendremos la victoria». Ben Adad aceptó el consejo e hizo lo que le propusieron.

26 Cuando llegó la primavera, Ben Adad reunió a la gente de Siria y atacó a Afec para comenzar la guerra contra Israel.

27 También los israelitas habían preparado y equipado su ejército y salieron a enfrentarse contra el ejército sirio. Hicieron su campamento frente a los de Siria. Comparado con las fuerzas del enemigo, Israel parecía como dos manadas pequeñas de cabras, mientras que los soldados arameos eran tantos que cubrían la tierra.

28 Un hombre de Dios se acercó al rey de Israel con este mensaje: «El SEÑOR dijo: «Los arameos dicen que yo, el SEÑOR, soy un dios de las montañas. Piensan que no tengo poder en los valles. Así que haré que tú derrotes a toda esta muchedumbre. Entonces tú sabrás que yo soy el SEÑOR en todo lugar».

29 Los ejércitos acamparon el uno frente al otro por siete días. Al séptimo día comenzó la batalla y los israelitas mataron a cien mil soldados de Siria en un solo día.

30 El resto de los soldados arameos escaparon a la ciudad de Afec, pero la muralla de la ciudad se derrumbó sobre veintisiete mil de ellos. Ben Adad huyó escondiéndose de casa en casa dentro de la ciudad.

31 Los siervos del rey arameo le dijeron: «Miren, hemos escuchado que los reyes de la nación de Israel son reyes que respetan los tratados. Vistámonos con ropas ásperas y sogas en el cuello y salgamos al rey de Israel para que tal vez nos deje con vida».