6 Salomón contestó: «Tú mostraste mucho amor fiel a mi papá David. Él te siguió fielmente, con justicia y rectitud de corazón. Y tú has seguido constante al mostrarle el fiel amor más grande: has permitido que en el día de hoy su hijo tome el trono en su lugar.
7 SEÑOR mi Dios, tú has permitido que yo reinara en lugar de mi papá, pero me siento como un niño. No tengo la sabiduría necesaria para cumplir mi trabajo.
8 Soy tu siervo en medio de tu pueblo, a quien tú elegiste. Es una nación tan numerosa que nadie la puede contar.
9 Dame a mí, tu siervo, una mente que entienda cómo gobernar a tu pueblo y que sepa la diferencia entre el bien y el mal. ¿Quién será capaz de gobernar tu pueblo tan numeroso?»
10 Al SEÑOR le agradó que Salomón pidiera esto.
11 Dios le dijo: «Por haber pedido sabiduría para gobernar y no pediste para ti mismo una vida larga, ni riquezas, ni que matara a tus enemigos,
12 te concederé lo que has pedido. Te daré la mente más sabia y entendida de todos los tiempos.