6 Entonces manda a tus hombres al Líbano a que corten árboles para mí. Mis siervos trabajarán con los tuyos y les pagaré el precio que tú decidas. Pero necesito tu ayuda, pues los carpinteros sidonios son mejores que los carpinteros israelitas».
7 Cuando Hiram oyó lo que Salomón pedía, se puso muy contento y dijo: «Le agradezco al SEÑOR hoy por darle a David un hijo sabio para gobernar esta gran nación».
8 Entonces Hiram le mandó un mensaje a Salomón que decía: «Acepto lo que has pedido. Te daré todo el cedro y pino que deseas.
9 Mis siervos bajarán con la madera desde el Líbano hasta el mar y yo la ataré en forma de balsas en el mar y la mandaré al lugar que tú indiques para que las mande desatar. Tú cumple mi deseo de tener provisiones en mi palacio».
10 Así que Hiram le dio a Salomón todo el cedro y el pino que deseaba.
11 Salomón le pagó a Hiram con cinco millones de kilos de trigo y cerca de nueve millones de litros de aceite de oliva puro cada año para su familia.
12 El SEÑOR le dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido. Y hubo paz entre Hiram y Salomón. Estos dos reyes hicieron un pacto entre ellos.