49 escucha su oración en el cielo, el lugar donde vives, defiende su causa
50 y perdona a tu pueblo que pecó contra ti. Perdónales la rebeldía que cometieron contra ti y haz que quienes los llevaron prisioneros tengan compasión de ellos.
51 Porque es tu herencia y tu pueblo que sacaste de Egipto como de un horno para fundir hierro.
52 »Escucha, pues, las oraciones de tu pueblo Israel. Escucha cuando tu siervo te pida un favor por tu pueblo Israel.
53 Porque tú los separaste de todos los pueblos para ser tu pueblo querido, como lo hiciste por medio de tu siervo Moisés al sacar a nuestros antepasados de Egipto, tú Señor DIOS».
54 Salomón oró de rodillas ante el altar del SEÑOR, con los brazos levantados. Cuando terminó de orar al SEÑOR, se puso de pie.
55 Entonces, con voz muy fuerte, pidió que Dios bendijera a todo el pueblo de Israel. Dijo: