16 No piense que soy una mala mujer. He estado orando todo este tiempo porque estoy muy triste por tantos problemas.
17 Elí contestó: —Ve en paz. Que el Dios de Israel te dé lo que pediste.
18 Ana dijo: —Espero que usted tenga un buen concepto de mí. Luego Ana se fue, comió algo y se sintió mejor.
19 Temprano, a la mañana siguiente, la familia de Elcaná se levantó, adoraron al SEÑOR y luego regresaron a su pueblo de Ramá. Elcaná tuvo relaciones sexuales con su esposa Ana, y el SEÑOR se acordó de Ana.
20 Ella concibió y para esas fechas al año siguiente, dio a luz un hijo. Ana le puso por nombre Samuel, pues dijo: «Su nombre es Samuel porque se lo pedí al SEÑOR».
21 Ese año Elcaná fue a Siló con su familia para ofrecer sacrificios y cumplir las promesas que le había hecho al SEÑOR.
22 Pero Ana no lo acompañó, sino que le dijo: —No iré a Siló hasta que el niño tenga la edad suficiente para comer alimento sólido. Entonces se lo entregaré al SEÑOR, será un nazareo y se quedará en Siló.