6 Entonces Samuel le dijo al pueblo: —El SEÑOR ha visto lo que sucedió. Él es quien eligió a Moisés y a Aarón y el que sacó a nuestros antepasados de Egipto.
7 Ahora yo los acuso delante del SEÑOR. Defiéndanse como puedan ante el Señor, que les voy a contar acerca de lo que el SEÑOR hizo para salvarlos a ustedes y a sus antepasados.
8 Jacob fue a Egipto. Después, los egipcios les hicieron la vida imposible a sus descendientes. Así que desesperados le pidieron ayuda al SEÑOR, y el SEÑOR les envió a Moisés y a Aarón. Ellos sacaron a sus antepasados de Egipto y los trajeron aquí para que se establecieran.
9 Pero como sus antepasados se olvidaron del SEÑOR su Dios, el SEÑOR permitió que se convirtieran en esclavos de Sísara, que era el comandante del ejército de Jazor. También permitió que se convirtieran en esclavos de los filisteos y del rey de Moab. Todos ellos pelearon contra sus antepasados.
10 Pero sus antepasados clamaron al SEÑOR: “Somos pecadores. Abandonamos al SEÑOR para servir a los dioses falsos Baal y Astarté. Líbranos ahora de nuestros enemigos y te serviremos a ti”.
11 »Así que el SEÑOR envió a Yerubaal, Barac, Jefté y Samuel, y los libró de sus enemigos y vivieron a salvo.
12 Sin embargo, cuando vieron que Najás, rey de los amonitas, iba a atacarlos, dijeron: “¡Queremos un rey que nos gobierne!”, a pesar de que el SEÑOR su Dios ya era su rey.