11 y Samuel le preguntó: —¿Qué has hecho? Saúl respondió: —Vi que los soldados me abandonaban, tú no llegabas y los filisteos se estaban reuniendo en Micmás,
12 así que pensé: “Vendrán los filisteos y me atacarán en Guilgal ¡y ni siquiera le he pedido ayuda al SEÑOR!” Por eso me atreví a ofrecer el sacrificio que debe quemarse completamente.
13 Samuel respondió: —¡Eres un tonto! No obedeciste al SEÑOR tu Dios. Si hubieras obedecido su mandato, entonces el SEÑOR habría dejado que tu familia gobernara a Israel por siempre.
14 Pero ahora tu reinado no continuará. El SEÑOR se ha buscado a un hombre con quien él está conforme y lo ha encontrado. El SEÑOR lo nombrará a él como el nuevo líder de su pueblo. Como no obedeciste el mandato del SEÑOR, él nombrará un nuevo líder.
15 Entonces Samuel se levantó y se fue de Guilgal. Saúl y el resto del ejército salieron de Guilgal rumbo a Guibeá de Benjamín. Saúl contó a los hombres que todavía estaban con él y eran seiscientos.
16 Saúl, su hijo Jonatán y los soldados se fueron a Gueba de Benjamín. Los filisteos acampaban en Micmás.
17 El ejército filisteo empezó a atacar dividido en tres grupos. Un grupo avanzó por el camino de Ofra, cerca de Saúl;