18 En efecto, mucha gente de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón participó de la comida de Pascua sin haberse purificado, con lo cual no actuaron conforme con lo establecido. Por eso Ezequías oró así por ellos: «SEÑOR, tú que eres bueno, borra el pecado de todo aquel que ha decidido de todo corazón seguirte a ti,
19 SEÑOR, Dios de sus antepasados, aunque no esté purificado tal como lo requieren las normas de purificación del templo».
20 El SEÑOR escuchó la oración de Ezequías y perdonó al pueblo.
21 Los israelitas que se encontraban en Jerusalén celebraron con gran alegría durante siete días la fiesta de los panes sin levadura. Los levitas y sacerdotes alababan al SEÑOR cada día con todas sus fuerzas. Acompañaban sus alabanzas con el fuerte sonido de instrumentos en honor al SEÑOR.
22 Ezequías felicitó a todos los levitas que habían mostrado tan buena disposición de servir al SEÑOR. Participaron de la comida de la fiesta durante siete días, presentado ofrendas para festejar y dando gracias al SEÑOR, Dios de sus antepasados.
23 Entonces toda la asamblea decidió prolongar la fiesta siete días más y así lo hicieron con alegría
24 porque Ezequías, rey de Judá, regaló al pueblo mil toros y siete mil ovejas; también los jefes regalaron mil toros y diez mil ovejas. Además se consagraron muchos sacerdotes más.