20 El SEÑOR escuchó la oración de Ezequías y perdonó al pueblo.
21 Los israelitas que se encontraban en Jerusalén celebraron con gran alegría durante siete días la fiesta de los panes sin levadura. Los levitas y sacerdotes alababan al SEÑOR cada día con todas sus fuerzas. Acompañaban sus alabanzas con el fuerte sonido de instrumentos en honor al SEÑOR.
22 Ezequías felicitó a todos los levitas que habían mostrado tan buena disposición de servir al SEÑOR. Participaron de la comida de la fiesta durante siete días, presentado ofrendas para festejar y dando gracias al SEÑOR, Dios de sus antepasados.
23 Entonces toda la asamblea decidió prolongar la fiesta siete días más y así lo hicieron con alegría
24 porque Ezequías, rey de Judá, regaló al pueblo mil toros y siete mil ovejas; también los jefes regalaron mil toros y diez mil ovejas. Además se consagraron muchos sacerdotes más.
25 Toda la asamblea de Judá se alegró, al igual que los sacerdotes, los levitas y toda la gente que había venido de Israel, y también los extranjeros que vinieron del territorio de Israel y los que vivían en Judá.
26 Hubo gran alegría en Jerusalén porque desde los días de Salomón hijo de David, rey de Israel, no se había celebrado de tal manera la Pascua en Jerusalén.