8 Entonces Ezequías y los líderes fueron a ver los montones y bendijeron al SEÑOR y su pueblo Israel.
9 Ezequías les pidió a los sacerdotes y a los levitas que le informaran en cuanto a los montones.
10 Entonces el sumo sacerdote Azarías, de la familia de Sadoc, le dijo: «Desde que la gente comenzó a traer sus ofrendas al templo del SEÑOR hemos tenido para comer hasta quedar satisfechos y todavía queda más, porque el SEÑOR ha bendecido a su pueblo. Todos estos montones son lo que ha sobrado».
11 Ezequías entonces ordenó que se prepararan unos depósitos en el templo del SEÑOR, y así lo hicieron.
12 Todos siguieron llevando fielmente las ofrendas, los diezmos y las cosas consagradas. Fueron nombrados para administrar todo esto el levita Conanías y como ayudante a su hermano Simí.
13 Conanías y su hermano Simí supervisaban a los siguientes inspectores: Jehiel, Azazías, Najat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaías. Ellos habían sido nombrados por el rey Ezequías y por Azarías, administrador del templo de Dios.
14 El levita Coré hijo de Imná, portero de la puerta oriental, estaba a cargo de las ofrendas voluntarias que se traían para Dios y de distribuir las ofrendas dedicadas al SEÑOR y las cosas consagradas.