4 Entonces Eliseo fue con ellos. Al llegar al río Jordán, comenzaron a cortar la madera.
5 Pero mientras un hombre daba hachazos a un árbol, se le cayó el hacha de la manga y gritó: —¡Ay, señor! Era un hacha prestada.
6 El hombre de Dios le dijo: —¿Por dónde cayó? El hombre le indicó a Eliseo el lugar donde se le había caído el hacha. Entonces Eliseo cortó un palo y lo tiró al agua. El palo hizo que el hacha de hierro flotara.
7 Eliseo le dijo: —Agárrala. El hombre extendió la mano y la agarró.
8 El rey de Siria estaba en guerra contra Israel. En una reunión con su consejo dijo: «En tal y tal lugar tendré mi campamento».
9 Pero el hombre de Dios le mandó un mensaje al rey de Israel. Eliseo le dijo: «Ten cuidado. No pasen por ese lugar porque los sirios están escondidos ahí».
10 El rey de Israel advirtió a los hombres del lugar lo que el hombre de Dios le había indicado y así salvó a varios hombres.