25 El SEÑOR envió al profeta Natán para ordenar que lo llamaran Jedidías.
26 Joab atacó Rabá, capital de los amonitas y tenía rodeada la fortaleza del rey.
27 Envió mensajeros a David para decirle: «He atacado Rabá y he capturado los depósitos de agua de la ciudad.
28 Ataque Su Majestad ahora la ciudad y captúrela antes que yo. Si soy yo quien la capture, le pondrán mi nombre».
29 Así que David reunió a sus soldados y se dirigió a Rabá para atacarla y capturarla.
30 Él le quitó la corona del dios Milcón, la cual era de oro y piedras preciosas y pesaba treinta y tres kilos. Luego se la pusieron a David, quien además se llevó un buen botín de la ciudad.
31 David también expulsó a los habitantes de la ciudad de Rabá y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas, y los obligó a hacer construcciones de ladrillo. Hizo lo mismo en todas las ciudades amonitas y luego regresó con su ejército a Jerusalén.