11 El rey David envió a los sacerdotes Sadoc y Abiatar con el siguiente mensaje: «Hablen con los líderes de Judá y díganles: “¿Por qué son ustedes la última tribu en aceptar que yo, el rey David, vuelva a mi palacio? Todos los israelitas me están pidiendo que vuelva al palacio.
12 Ustedes son mis hermanos, mi familia. Entonces ¿por qué han de ser los últimos en aceptar que vuelva?”
13 También dígale a Amasá: “Tú eres parte de mi familia. Que Dios me castigue si no te nombro capitán del ejército en lugar de Joab”».
14 Amasá llegó al corazón de todo el pueblo de Judá, de manera que todos estuvieron de acuerdo como si fueran una misma persona. El pueblo de Judá envió este mensaje al rey: «Vuelve al palacio con tus oficiales».
15 El rey David se dirigió al río Jordán. El pueblo de Judá fue a encontrar al rey en Guilgal para ayudarle a cruzar el río.
16 Simí hijo de Guerá, de la familia de Benjamín, vivía en Bajurín. Simí se apresuró a ir a recibir al rey David junto con el pueblo de Judá.
17 Alrededor de mil personas de la tribu de Benjamín fueron con Simí. El siervo de la familia de Saúl, Siba, también fue con sus quince hijos y veinte siervos. Todos se apresuraron a ir al río Jordán para recibir al rey David.