10 Amasías, el sacerdote de Betel, envió este mensaje a Jeroboán, rey de Israel: «Amós planea algo en tu contra en Israel; la gente no aguanta más su mensaje,
11 porque esto es lo que dice: “Jeroboán morirá a espada, y ciertamente la gente de Israel será desterrada”».
12 Amasías también habló con Amós y le dijo: —Fuera de aquí, vidente, vete a Judá, y que allá te mantengan, profetiza allá.
13 Nunca vuelvas a profetizar aquí en Betel, porque este es el lugar sagrado de Jeroboán. Este es santuario del rey y templo nacional.
14 Amós le respondió a Amasías: —Yo no soy profeta profesional ni hago parte del grupo de profetas. Yo me ocupaba de animales e higueras,
15 pero el SEÑOR me quitó del rebaño y me dijo el SEÑOR: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”.
16 Así que escucha el mensaje del SEÑOR: “Tú me dices que no profetice contra Israel y que no diga nada contra la familia de Isaac”.