1 De noche en mi cama busqué a mi amado. ¡Lo buscaba pero no podía encontrarlo!
2 Pensé: «¡Me levantaré! ¡Recorreré la ciudad! Por las calles y las plazas buscaré al amor de mi vida». ¡Lo busqué, pero no pude encontrarlo!
3 Encontré a los guardias que hacen la ronda por la ciudad y les pregunté si habían visto a mi amado.
4 Apenas dejé de hablar con ellos, ¡encontré al amor de mi vida! Lo abracé y no lo solté hasta que llegamos a la casa de mi mamá, a la habitación de la que me engendró.
5 Mujeres de Jerusalén, júrenme por las gacelas y ciervos del campo que no molestarán ni despertarán al amor hasta que sea el momento indicado.