3 Tus labios y tu boca son hermosos, como una cinta escarlata. Tus mejillas bajo tu velo parecen cortes de granada.
4 Tu cuello mantiene la cabeza erguida, es como la torre de David hecha para guardar armamento. De tu cabeza se cuelgan mil escudos de valientes soldados.
5 Tus pechos son como dos ciervos gemelos que se alimentan entre las flores de primavera.
6 Subiré a esas montañas perfumadas con incienso y mirra mientras el día respira una brisa fresca y las sombras se alargan.
7 Amada mía, ¡todo en ti es hermoso! No hay en ti ningún defecto.
8 Ven conmigo, novia mía, baja conmigo desde el Líbano. Baja pronto de la cima del Amaná, de la cima del Senir y del Hermón, de las cuevas de los leones, de la montaña de los leopardos.
9 Amada mía, me has robado el corazón; me lo has robado con una sola de tus miradas, con una sola de las perlas de tu collar.