30 En cuanto a mí, no es que yo sea más sabio que otros. Si se me ha revelado el secreto es para que le explique su sentido al rey y así pueda usted entender lo que pasó por su mente.
31 »Majestad, en su sueño usted vio una estatua muy grande frente a usted. Era una estatua enorme y muy brillante pero su aspecto causaba terror.
32 La cabeza de la estatua era de oro. Los hombros y los brazos eran de plata. El vientre y los muslos eran de bronce.
33 Las piernas eran de hierro y los pies eran en parte de hierro y en parte de barro.
34 Mientras la miraba, una roca se desprendió sin que nadie la moviera y golpeó a la estatua en sus pies de hierro y barro y los pulverizó.
35 En seguida, todo el barro, el hierro, el bronce, la plata y el oro se despedazaron y se volvieron polvo. Parecía como el polvo que sobra cuando se trilla el trigo en verano, pero el viento se lo llevó todo sin dejar rastro. Luego la roca se convirtió en una gran montaña que ocupó toda la tierra.
36 »Ese fue el sueño, y ahora le voy a decir al rey lo que significa.