6 Así que ordené que trajeran a todos los sabios de Babilonia para que interpretaran mi sueño.
7 Cuando llegaron los adivinos, hechiceros, magos y caldeos, les conté el sueño pero ellos no pudieron decirme lo que significaba.
8 Finalmente llegó Daniel, quien también es llamado Baltasar en honor a mi dios. El espíritu de los santos dioses vive en él. Y esto fue lo que le dije de mi sueño:
9 «Baltasar, jefe de los magos, yo sé que el espíritu de los santos dioses está contigo y ningún secreto se te oculta. Te pido que me expliques mi visión y que me digas lo que significa.
10 Cuando estaba durmiendo en mi cama, empecé a tener unas visiones. De repente, vi un árbol que salía de la tierra y era muy alto.
11 Era tan alto y poderoso que llegaba hasta el cielo y se podía ver desde todos los rincones de la tierra.
12 Sus hojas eran hermosas y sus frutos abundantes. Tenía suficiente comida para todo el mundo. Los animales salvajes se refugiaban bajo su sombra y las aves hacían sus nidos en las ramas. Todos los animales encontraban alimento allí.