4 Vi que el carnero atacaba con sus cuernos hacia el occidente, hacia el norte y hacia el sur. Ningún animal podía enfrentársele y nada ni nadie podía ayudar a los otros animales. El carnero seguía haciendo lo que quería y cada vez era más poderoso.
5 Mientras miraba al carnero, vi que un chivo apareció desde el occidente. El chivo andaba por toda la tierra sin tocar el suelo. Además, el chivo tenía un cuerno muy vistoso en medio de los ojos.
6 El carnero de los cuernos largos seguía a la orilla del río, y el chivo salió corriendo furioso hacia el carnero.
7 Vi que el chivo golpeó al carnero y le rompió los dos cuernos. El carnero quedó tendido en el suelo y el chivo lo pisoteó y lo dejó sin fuerza. Nada ni nadie pudo salvar al carnero.
8 El chivo se hacía cada vez más fuerte, y cuando tenía más poder se le partió el cuerno. Enseguida, le salieron cuatro cuernos en lugar del que tenía. Los cuatro cuernos nuevos eran muy vistosos y apuntaban en cuatro direcciones diferentes.
9 De uno de esos cuernos le salió un cuerno más pequeño que apuntaba hacia el sur y el oriente. Ese cuerno apuntaba hacia nuestra hermosa tierra.
10 Ese pequeño cuerno creció tanto que llegó hasta el cielo; allí derribó a algunas estrellas, las tumbó al suelo y las pisoteó.