1 Darío era el hijo de Asuero y pertenecía a la nación de los medos. Darío gobernaba en Babilonia, el reino de los caldeos.
2 Durante el primer año del reinado de Darío, yo, Daniel, estaba un día leyendo las Escrituras. Cuando leía, me di cuenta de que el mensaje del SEÑOR al profeta Jeremías dice que el templo de Jerusalén estará en ruinas durante setenta años.
3 Entonces decidí orar al Señor mi Dios y pedirle ayuda. No comí nada, me vestí con ropas de luto y me puse cenizas en la cabeza.
4 Oré al SEÑOR mi Dios y le confesé mis faltas. Le dije: «Señor, Dios grande y poderoso, que guardas el pacto y proteges a los que te aman y cumplen tus mandamientos,
5 hemos pecado, hemos cometido crímenes, hemos sido malvados y nos hemos alejado de ti y de tus enseñanzas.