5 Vieron lo que hizo por ustedes en el desierto hasta que llegaron a este lugar,
6 y lo que les hizo a Datán y Abirán, los hijos de Eliab el rubenita. En medio de Israel ustedes vieron cómo la tierra se abrió y se los tragó a ellos, a sus familias, a sus carpas y a todo ser viviente que los seguía.
7 En realidad fueron ustedes mismos los que vieron cada gran acto que el SEÑOR hizo.
8 »Obedezcan entonces todos los mandamientos que hoy les doy, para que se fortalezcan y entren a tomar posesión de la tierra que van a ocupar.
9 Así podrán vivir mucho tiempo en la tierra que el SEÑOR prometió darles a sus antepasados y a sus descendientes, una tierra que rebosa de leche y miel.
10 Porque la tierra que van a tomar en posesión no es como la tierra que dejaron en Egipto. Allí ustedes plantaban su semilla y la regaban con su propio esfuerzo como en un huerto.
11 La tierra a la que vas a cruzar para tomarla en posesión es una tierra de montañas y valles, regada por la lluvia del cielo.