9 »Asegúrate de que ningún pensamiento malvado entre en tu mente diciéndote: “El séptimo año, el año de perdonar las deudas está cerca”, y mires a tu vecino pobre de manera hostil y no le des nada, pues él se quejará de tu conducta ante el SEÑOR, y se te encontrará culpable de pecado.
10 Deberás ser generoso con él, y tu actitud deberá ser amistosa cuando lo ayudes, porque por este acto el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo tu trabajo y en lo que hagas.
11 Siempre habrá gente pobre en la tierra, así que te ordeno: Sé generoso con tus hermanos, los pobres y necesitados de tu tierra.
12 »Si tu hermano se vende a ti, ya sea hombre o mujer hebreo de tu pueblo, entonces te servirá seis años, y en el séptimo deberás dejarlo libre.
13 Cuando lo dejes libre, no deberás enviarlo con las manos vacías,
14 sino que le darás generosamente de tu ganado, granos y vino. Deberás darle de la misma forma que el SEÑOR tu Dios te ha bendecido a ti.
15 No se te olvide que fuiste esclavo en Egipto y que el SEÑOR tu Dios te liberó. Esa es la razón por la que te ordeno esto hoy.