2 Así la tribu de Leví no tendrá herencia entre sus hermanos. El SEÑOR es su herencia, como él les prometió.
3 »Esto será lo que les pertenecerá por derecho a los sacerdotes de los sacrificios que haga el pueblo, sea un toro o una oveja: ellos deben dar al sacerdote la espaldilla, la quijada y el cuajar.
4 Debes darle los primeros granos, vino nuevo y aceite; también la primera lana que cortes de tus ovejas.
5 El SEÑOR tu Dios ha elegido a Leví y a sus descendientes de entre todas tus tribus para que le sirvan como sacerdotes en el nombre del SEÑOR, para siempre.
6 »Si un levita quiere dejar una de tus ciudades de Israel, puede irse cuando quiera. Irá al lugar que el SEÑOR elegirá,
7 y podrá servir en el nombre del SEÑOR su Dios como todos sus hermanos levitas que sirvan al SEÑOR allí.
8 Comerá la misma porción de comida que ellos, aparte de lo que reciba por la venta de las posesiones de su familia.