35 Lo usaré para castigarlos y vengarme en el momento en que resbalarán sus pies. Porque está cerca el momento de su desastre, vendrá pronto su castigo”.
36 »El SEÑOR hará justicia por su pueblo y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que ya no tienen poder, ni gobernante que los ayude a salvarse.
37 Luego dirá: “¿Dónde están sus dioses, la roca en que confiaban para que los protegiera,
38 los dioses que comían lo mejor de sus sacrificios y tomaban el vino de sus ofrendas líquidas? ¡Que se levanten ellos y los ayuden! ¡Que ellos los protejan!
39 Vean ahora que yo soy Dios, y no hay otro dios aparte de mí. Yo causo la muerte y mantengo la vida. Yo soy el que hiere y soy el que sana y nadie puede escapar de mi poder.
40 Aun así, levanto mi mano al cielo y digo: Así como es seguro que vivo por siempre,
41 afilaré mi reluciente espada y llevaré a cabo la justicia. Castigaré a mis enemigos y me vengaré de todos los que me desprecian.