2 No les añadan ni les quiten nada a mis órdenes, sino obedezcan los mandamientos del SEÑOR su Dios que yo les ordeno.
3 »Ustedes vieron lo que hizo el SEÑOR cuando el pueblo adoró a Baal Peor. A todo israelita que siguió a Baal Peor, el SEÑOR su Dios le quitó la vida,
4 pero todos ustedes, que siguieron fieles al SEÑOR su Dios, todavía siguen vivos.
5 »¡Miren! Les he enseñado las normas y leyes así como el SEÑOR mi Dios me ha ordenado, para que ustedes las pongan en práctica en la tierra que van a ocupar.
6 Deberán ser cuidadosos en obedecer fielmente estas leyes porque esa será la prueba de su sabiduría y entendimiento para las otras naciones que oirán de estas leyes y dirán: “Realmente, esta gran nación es de gente sabia e inteligente”.
7 »¿Qué gran nación hay en la que su dios esté tan cerca como el SEÑOR lo está de nosotros, que viene cuando le pedimos ayuda?
8 Y ¿en qué gran nación hay normas y leyes tan justas como toda esta ley que les estoy dando?