17 A un país le conviene que su gobernante sea de una familia respetable y que sus dirigentes se controlen en su comida y bebida. Deben alimentarse para reponer sus fuerzas, no para embriagarse.
18 El que es flojo para el trabajo pronto verá su casa averiada y el techo caerse.
19 Comer agrada a la gente, el vino le alegra la vida y el dinero le resuelve muchos problemas.
20 No hables mal del gobernante ni pienses mal de él. No hables mal de los ricos, ni siquiera estando solo, porque un pajarito puede ir a contárselo.