5 cultivé jardines, hice parques y planté en ellos toda clase de árboles frutales.
6 Me hice construir estanques de agua para regar los árboles en crecimiento.
7 Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en mi casa. Tenía muchas posesiones, ganado y rebaños de ovejas, más que cualquiera en toda Jerusalén.
8 Junté mucha plata, oro y posesiones dignas de un rey. Los cantantes, tanto hombres como mujeres, cantaban para mí. Disfruté de lo que todo hombre puede desear, pues tuve relaciones con muchas mujeres.
9 Me volví muy rico y famoso, más que cualquiera que hubiera vivido en Jerusalén antes de mí. Además la sabiduría siempre estaba allí para ayudarme.
10 No me privé de nada que deseara ni me negué ningún placer. Siempre conseguí lo que deseaba porque me sentía feliz con todo trabajo que hacía. Al menos me quedó esa satisfacción.
11 Pero cuando consideré todo lo que había logrado con el fruto de mis esfuerzos, me di cuenta de que nada tenía sentido, que era como agarrar el viento y que uno no gana nada con lo que hace bajo el sol.